julio 03, 2008

A paso lento



Siempre he creído que todos tenemos nuestro único y verdadero amor en algún lugar de este mundo; sí, así creo.

He pensado que para todo corazón roto hay un punto de sosiego entre la penumbra; sí, eso pienso.

Que tal vez algún día, y sin pensarlo, llegará el celestial momento: Paz, alas y amor.




Creo en las señales, aquellas que por alguna razón se presentan en el momento indicado.

Creo en sus ojos cuando me dice: 'No te vayas'.

Creo en sus silencios, y los descifro.
En su abrazo, los besos inesperados, un 'te quiero' susurrado.


Dicen que después del temblor vendrá el reacomodo; está sucediendo.