¿Quién no se enamoró, junto con él, en 10 Cosas Que Odio de Ti? (1999). ¿Quién no recuerda esa original declaración de amor en las gradas de un campo de futbol cada vez que suena Can't Take My Eyes Off You?
Heath Ledger supo ganarse el corazón, la lealtad y el respeto de su público y sus compañeros actores con cada una de sus interpretaciones. En 10 Cosas Que Odio de Ti nos dio su desfachatez y mala reputación, en Brokeback Mountain (2005) abrió su corazón y mostró su vulnerabilidad, para luego presentarnos su lado oscuro en Batman: El Caballero de la Noche (2008) y regalarnos el rostro más siniestro de El Guasón.
Aunque todas ellas fueron actuaciones, Heath Ledger causó expectación, nos dio sorpresa y nos adentró a la magia del cine de manera espléndida con su talante y ese ser portentoso que era. Él sabía cuál era el camino que tenía que recorrer para llegar a la cima y es una lástima que no haya sido testigo de su consolidación como actor.
A tres años de su súbito adiós aún se siente su ausencia en el celuloide, seguro estoy de que más de uno no pide actores del calibre de Heath Ledger, sino a él. Te extrañamos, Heath.